El síndrome premenstrual: ¿Por qué se produce? - Guia de Bienestar

El síndrome premenstrual: ¿Por qué se produce?

Entre el 40 y el 50 % de la población mundial femenina en edad fértil lo padece. Su principal síntoma, sin duda, es la retención de líquidos.

 ·  22/03/2024
El síndrome premenstrual: ¿Por qué se produce?

El síndrome premenstrual (SPM) tiene dos características muy bien definidas: se repite en forma cíclica todos los meses y aparece en la segunda mitad del ciclo menstrual (denominada fase lútea) para desaparecer por completo durante los primeros días de la menstruación.

Es común que en los días previos al periodo menstrual las mujeres retengan algo de líquido, pero algunas llegan a almacenar hasta tres litros (lo que ocasiona un sobrepeso de aproximadamente 3 kilogramos).

La fijación de líquido en estos casos no es grave, los edemas no son severos ni dolorosos, y desaparecen con la menstruación, pero generan angustia en la mujer, quien llega a sentir molestias y encuentra que algunas partes de su cuerpo están deformadas por la hinchazón.

Por qué se produce el síndrome premenstrual (SPM)

En la segunda mitad del ciclo menstrual, es decir, quince días antes de la menstruación, se produce un desequilibrio hormonal, que en algunas mujeres se encuentra acentuado y se traduce en una serie de síntomas tanto físicos como psíquicos. Por un lado, los estrógenos aumentan en relación a la progesterona, y este desequilibrio entre las hormonas sexuales desata la retención hídrica.

También aumenta la producción de otras dos hormonas, la aldosterona y la prolactina, que a su vez influyen sobre la retención de líquidos, el aumento del apetito y algunos trastornos de la conducta, como irritabilidad, cansancio, cambios de humor y angustia, etc. Otras hormonas, como la noradrenalina y la prostaglandina, también inciden en la sintomatología del SPM.

Por lo que te hemos dicho hasta el momento, pensarás que las hormonas hacen lo que quieren con el cuerpo de una mujer. Sin embargo, no son entes independientes que no podamos manejar o que nos controlen por un poder autónomo misteriosamente conferido.

Las hormonas forman parte de nuestro cuerpo, interactuando constantemente con los otros sistemas del organismo (circulatorio, renal, nervioso, etc.). Si existe un equilibrio saludable entre cuerpo, mente y ambiente, los ciclos vitales no ocasionarán trastornos patológicos.

Por suerte, existen distintos tratamientos terapéuticos que ayudan a tratar los desequilibrios metabólicos del organismo.

En cuanto al aumento de peso producido por el SPM, es importante aclarar que los litros de más retenidos por esta causa son eliminados naturalmente por el cuerpo cuando aparece la menstruación.

Pero además, las mujeres tienden a ingerir carbohidratos (pastas, dulces, postres), porque en este periodo baja la insulina, que es la hormona que regula la glucosa. Se habla de aumento de peso real cuando, debido a esta tendencia a comer cosas dulces, la mujer acumula grasas a lo largo de varios ciclos menstruales.

Cuándo conviene acudir a consulta médica

Entre el 40 y 50 % de las mujeres en edad fértil padece de SPM, al menos en alguna etapa. Hay quienes llegan a convivir con los síntomas sin que estos les demanden mayor atención, y aprenden a aliviarlos mediante el autoconocimiento de su cuerpo y de lo que este necesita.

Sin embargo, hay casos en los que se requiere la asistencia de un especialista, debido a que los síntomas están exacerbados y ocasionan malestares y problemas físicos, psíquicos y sociales.

Para que el ginecólogo o endocrinólogo pueda realizar un diagnóstico correcto, la paciente no debe estar tomando cierto tipo de medicamentos, como anticonceptivos orales o inyectables, sedantes, diuréticos u hormonas esteroides, entre otros.

Tratamiento farmacológico

En la actualidad existen distintas soluciones farmacológicas que tu médico puede indicar, dependiendo de los síntomas.

  • Fluoxetina: es un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina. Se utiliza fundamentalmente cuando el problema principal es el psíquico, en especial en los casos depresivos
  • Alprazolam: es un ansiolítico con acción antidepresiva y se indica cuando los síntomas son la fatiga, la ansiedad y la angustia.
  • Bromoergocriptina: reduce los niveles de ciertas hormonas, favoreciendo la desaparición de la retención de líquidos y los dolores de cabeza. También mejora el es- tado de ánimo de la paciente.
  • Celocoxib e ibuprofeno: alivian los síntomas de retención hídrica, sensación de malestar general, dolores musculares y, en ocasiones, diarrea.
  • Diuréticos: se utilizan cuando uno de los signos predominantes es la retención de líquidos. Deben ser indicados y controlados por el médico.

Otros edemas hormonales en la mujer

  • Durante la menopausia: Quienes atraviesan esta etapa y reciben un tratamiento de reemplazo hormonal con estrógenos también pueden retener líquidos.
  • Durante el embarazo: Aparece hacia el tercer trimestre. Es de causa multifactorial y entre los mecanismos de producción intervienen la retención renal de agua y sodio por efecto de los desequilibrios hormonales. Además, el aumento de tamaño del útero hace que la presión que ejerce el vientre sobre las venas disminuya el retorno sanguíneo y de los líquidos del cuerpo, causando edemas en las piernas.

Nutrientes útiles en el periodo premenstrual

Vitamina B6

  • Ayuda a reducir la retención premenstrual de agua. Solo debe ingerirse en las dosis previamente indicadas y controladas por la profesional que te esté tratando.
  • Se ha comprobado que esta vitamina desempeña un papel importante en la creación de dopamina y reduce los índices de la hormona progesterona.
  • Fuentes: levadura, cereales, germinados, hígado, pescado, diversas frutas y verduras

Magnesio

  • Ayuda al buen funcionamiento de la vitamina B6, disminuye la producción de aldosterona y controla la secreción de insulina.
  • Fuentes: legumbres, mariscos, almendras, cacahuate (maní), mandarina, ciruela, chabacano (damasco)

Cinc

  • Es recomendable porque favorece la acción de la vitamina B6.
  • Fuentes: mariscos, hígado, cereales integrales, germen de trigo, levadura, pera


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