Anemia

Es el término genérico que designa una serie de trastornos que se originan por la ineficacia de los glóbulos rojos para transportar suficiente oxígeno.

 ·  26/01/2024
Anemia

La anemia es como un fantasma. Es invisible, pero puede causar estragos en tu cuerpo. Te deja cansado, sin aliento y mareado. Puede hacerte sentir como si estuvieras caminando a través del barro, incluso cuando estás descansado.

¿A quiénes afecta?

  • Adultos mayores
  • Personas con trastornos intestinales que afectan la absorción de nutrientes n Pacientes operados
  • Mujeres en edad fértil
  • Mujeres con periodos menstruales abundantes
  • Atletas que practican deportes de resistencia
  • Personas alcohólicas
  • Personas con dietas vegetarianas muy restringidas

¿Qué es?

La anemia es el término genérico que designa una serie de trastornos que se originan por la ineficacia de los glóbulos rojos para transportar suficiente oxígeno. Esta afección ocurre cuando hay un nivel anormalmente bajo de hemoglobina, el pigmento rojo a base de hierro y proteínas de la sangre que transporta el oxígeno desde los pulmones hacia todas las células del cuerpo. Por lo tanto, este trastorno refleja una falta de oxígeno en nuestro sistema. Los síntomas de una anemia leve pueden incluir debilidad general, palidez, fatiga y uñas quebradizas. En los casos más graves, esta provoca dificultades para respi- rar, desmayos y arritmias cardiacas.

La deficiencia de hierro, generalmente ocasionada por una pérdida de sangre, es la causante del tipo de anemia más común.

Sin embargo, existen otros tipos. La anemia hemolítica se produce cuando los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo normal. La anemia perniciosa, o megaloblástica, es el resultado de una deficiencia de vitamina B12, que es indispensable para la producción de glóbulos rojos. Algunos tipos de anemia relativamente raros incluyen la talasemia, un trastorno hereditario, y la anemia aplásica, que puede deberse a una infección, a la expo- sición a sustancias químicas tóxicas o radiación, o a un trastorno genético.


Consejos de nutrición

En el cuerpo, el hierro se recicla para fabricar nuevos glóbulos rojos. Dado que el organismo solo absorbe una pequeña cantidad de hierro de nuestros alimentos, las mujeres posmenopáusicas y los hombres deben ingerir 8 mg al día, las mujeres menores de 50 años necesitan 18 mg y las mujeres embarazadas, al menos 27 mg. Estas son algunas recomendaciones generales que te ayudarán a aumentar los niveles de hierro en el cuerpo.

Aprovecha las fuentes alimentarias

Las mejores fuentes de hierro son los productos animales: carne, pescado, aves de corral y yema de huevo. El cuerpo absorbe mucho más del hierro hemo presente en estos alimentos que del hierro no hemo presente en fuentes vegetales, como las hojas verdes, las frutas deshidratadas, la soya y otras legumbres, así como los panes y cereales enriquecidos con hierro.

  • Mejora tu absorción con vitamina C, en especial si tu dieta es vegetariana. El cuerpo solo absorbe una pequeña cantidad de hierro de fuentes vegetales. Añadir alimentos ricos en vitamina C, como cítricos o brócoli, a una comida vegetariana puede potenciar la absorción de hierro no hemo en el cuerpo.
  • Si rebasas los 50 años, es momento de tomar vitamina B12. Casi una tercera parte de la población mayor produce cantidades inadecuadas de ácido gástrico, lo cual impide la absorción de la vitamina B12 de los alimentos. Por eso, para atender sus necesidades dietéticas, las personas mayores de 50 años deben consumir alimentos ricos en B12, como carnes y yema de huevo, o tomar complementos.
  • Evita beber té en tus comidas. El té es saludable, pero contiene compuestos naturales llamados taninos que bloquean la absorción de hierro. Mejor bebe el té entre comidas.
  • Cuidado con los alimentos que impiden la absorción de hierro. Los oxalatos, presentes en espinacas, ruibarbo, acelgas y chocolate, así como los ácidos fíticos de los frutos secos (nueces, almendras, etc.) y cereales de salvado pueden impedir la asimilación de hierro.

Consejos para la vida diaria

Puedes añadir este mineral a tus comidas si cocinas en ollas de hierro. Estas tienden a alterar el color de los alimentos, pero no afectan su sabor ni su valor nutrimental.