El eccema es un salpullido escamoso en la epidermis que afecta la cara y la cabeza o los antebrazos y las pantorrillas. Los síntomas pueden recrudecerse por el frío, el viento, el estrés y algunos alimentos —el huevo, la leche, los mariscos y los cacahuates son detonantes comunes—. En muchas personas, la severidad de esta alergia disminuye en la adolescencia, cuando su sistema inmunitario aprende a lidiar con sustancias externas.
El eccema es una condición de la piel que causa enrojecimiento, hinchazón y picazón. Puede afectar cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las manos, los pies, la cara y el cuello. El eccema no es contagioso y no tiene cura, pero hay tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas.
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