Cómo funciona la atención

Primero, todos tus sentidos deben estar alertas. Segundo, debes tomar la decisión consciente de recordar.

 ·  18/07/2023
Cómo funciona la atención

Prestar atención quiere decir movilizar todos tus sentidos para captar o tomar posesión mental de tu entorno. Así pues, primero es una acto de percepción. Esta labor es sumamente exigente porque prestar atención a medias no es realmente prestar atención. Para asegurarte de que te concentras en algo, debes ejercer plenamente la facultad de percepción.

Al haber percibido algo, la información ha llegado definitivamente a tu cerebro, pero no todo lo que se percibe debe recordarse necesariamente. La percepción nos permite recordar algo si (1) hemos decidido retener la información, (2) si esta despierta nuestro interés personal, o (3) si debe transmitirse a alguien más. En realidad, todos los pequeños olvidos diarios no son problemas de memoria sino de atención. Mientras la percepción permanezca a nivel superficial es difícil recordar lo que sucede alrededor nuestro.

La naturaleza nos ha diseñado bien: esta aparente falta de atención es, en realidad, una forma de protegernos de un exceso de información con la que nos bombardean continuamente y que no deseamos. Sin embargo, la atención puede tomar tantas formas como la cantidad de sentidos que tenemos: podría, además, ser auditiva, gustativa, olfativa y táctil.

Perfiles de atención

No todos tenemos la misma capacidad de atención: no prestamos atención con la misma intensidad o de la misma forma. La manera de absorber información se basa en la educación, pero también depende de la personalidad, intereses y actitudes hacia el mundo. Si bien son estereotipos, los siguientes perfiles de atención te dan una idea de las diferencias.

  • Quienes prestan atención meticulosamente muestran un comportamiento demasiado atento: todo despierta su interés, todo puede y debe recordarse, aun a riesgo de sobrecargar la memoria con detalles. No prestan atención selectivamente. Los que pertenecen a esta categoría tienden a ser perfeccionistas, puntillosos y dotados de muy buena memoria; esperan que los demás tengan la misma memoria exhaustiva e indiscriminada. Tienen grandes reservas de información en la memoria, que utilizan poco.
  • Quienes tienen especial interés en ciertos temas concentran su atención en uno o más asuntos. Su atención se usa bien, se despliega eficientemente a las áreas que corresponden, y otros temas les interesan poco o nada. Las personas con intereses concretos intentarán impresionar a los demás con su extenso conocimiento sobre ciertos asuntos. Su atención es selectiva y de un estándar muy alto, al igual que su memoria.
  • Quienes no prestan atención muestran poco interés en su entorno. Parece que tuvieran la cabeza en las nubes y tienden a perder u olvidar cosas. Realmente no escuchan a los demás y tal vez desprecien las convenciones sociales. Esta falta de preocupación por lo que los rodea a menudo se acompaña de un interés excesivo por sí mismos y sus sentimientos. Rara vez se meten en algo a fondo y sus recuerdos son narcisistas y dispersos. Algunos adolescentes se comportan así con frecuencia.

Quizá reconozcas aspectos de ti en cada uno de estos perfiles. Lo importante es ser flexible, concentrarse en temas selectos de interés, tener la menta abierta y ser capaz de afrontar nuevos desafíos. Esta actitud garantizará una buena memoria. Te puede interesar leer: La atención permanente

Atención basada en la percepción visual

Esta exige tanto buena vista como la capacidad de orientarse visualmente y ubicar objetos en el espacio; es necesaria cuando ves una colección de objetos colocados cerca unos de otros en un entorno definido. Por lo general, la vista efectúa un barrido por el conjunto completo antes de seleccionar elementos aislados y determinar su posición relativa dentro de la organización del espacio. Sin embargo, la percepción difiere de una persona a otra. Al ver una serie de objetos en una foto, por ejemplo, algunas personas en un inicio prestarán atención al marco e incluso lo describirán primero, mientras que otras se sentirán atraídas por los objetos en sí. De cualquier forma, solo se despertará tu atención si quieres recordar algo.

Mi memoria y … las películas

Te gusta ir al cine y ver películas en casa, pero no puedes recordar lo que has visto aunque lo hayas disfrutado. No te preocupes, es completamente normal. Cuando eres espectador, adoptas una actitud esencialmente pasiva y no ejerces tus facultades de apreciación o las ejerces poco. Si quieres recordar una película, empieza por cultivar un enfoque activo en cuanto salgan los créditos finales: resume la película, evoca las escenas que te hayan gustado o impactado, evalúa el actuar de los personajes… y no olvides comentar todo esto con tus amistades.

¿Cuánta atención prestas a tu entorno?

1. Utilizas estas cosas todo el tiempo. ¿Sabes de qué marcas son? Haz esta prueba sin ayuda, sin mirar alrededor tuyo y sin levantarte. Tus respuestas deben ser tan espontáneas como sea posible.

En el baño

  • Jabón
  • Pasta de dientes
  • Fragancia o perfume
  • Rasuradora
  • Cepillo de dientes
  • Papel higiénico
  • Secador de pelo

En la cocina


  • Café
  • Aceite
  • Galletas
  • Té
  • Azúcar
  • Sal
  • Mostaza
  • Agua/ agua mineral
  • Pasta
  • Detergente lavatrastes
  • Esponja
  • Horno
  • Refrigerador

Otros sitios en la casa

  • Lavadora
  • Televisor
  • Cámara fotográfica
  • Equipo de sonido
  • Plancha
  •  Teléfono

2. ¿Puedes nombrar 5 tiendas o supermercados cercanos a tu casa?

3. ¿Sabes la marca de los automóviles… de 3 parientes tuyos?

de 3 vecinos o amigos?

Tus respuestas:

Si has dejado más de 10 preguntas sin contestar o has cometido 10 errores, queda claro que no te concentras en apariencias. Las cosas te interesan solo por ser funcionales o útiles. Te importan un comino las pequeñas diferencias entre marcas o su atractivo estético. Seguramente las descartas enseguida si ya no cumplen su propósito.

Si, por el contrario, tienes más de 10 respuestas correctas, eres de quienes se interesan más en los objetos, su forma y sus cualidades. Seguramente no los desechas incluso si ya se agotaron. Probablemente te gusten los anuncios publicitarios y todo lo novedoso. Podrías tener un vínculo emocional con tus posesiones materiales.