Actividad física para alcanzar tu bienestar

La actividad física es una de las mejores maneras de alcanzar tu bienestar. Aquí te mostramos lo fácil que es aumentar tu actividad diaria.

 ·  05/04/2022
Actividad física para alcanzar tu bienestar

La actividad física es una de las mejores maneras de alcanzar una sensación de paz y bienestar. Nacimos para movernos. Aquí te mostramos lo fácil que es aumentar tu actividad diaria, y de qué modo pueden ayudarte durante un día activo unos sencillos ejercicios de respiración y relajación.

La actividad física nos tranquiliza porque conlleva cambios fisiológicos benéficos en el cuerpo. Libera la tensión de los músculos, estirándolos y fortaleciéndolos, y al mismo tiempo permite que la sangre circule más libremente (la tensión provoca que los vasos sanguíneos se contraigan).

Llevar a acabo una actividad física libera endorfinas, sustancias químicas analgésicas del organismo, funcionan de manera similar a la morfina, y se les conoce como “hormonas de bienestar” porque elevan el estado de ánimo y nos pueden hacer sentir muy estimulados.


La actividad física como liberador

 La actividad física es lo mejor que puedes hacer cuando los sucesos de la vida, u otras personas, te ponen nervioso o te sientes enojado y frustrado.

Intenta poner en práctica las siguientes actividades. Te ayudarán.

  • Da patadas vigorosa y fuertemente en el piso, como un niño que está haciendo un berrinche.
  • Sube y baja las escaleras corriendo unas cuantas veces, o camina rápidamente alrededor de la manzana.
  • Escribe lo que te está molestando o estresando. Ésta puede ser una manera positiva de “vaciar” el cuerpo y la mente; además, puede inspirarte a escribir una rutina de actividad física.
  • Empieza una tarea de limpieza que hayas estado evitando por años, y deléitate al sentirte completamente infeliz (Sí). Te sentirás mucho mejor una vez que hayas terminado la tan postergada tarea.
  • Golpear una almohada o un cojín para liberar la tensión, la frustración y el enojo contenidos, si estás en el trabajo, ve al baño e intenta “boxear” en el aire.

Una vez que te hayas desahogado, asegúrate de practicar una o dos técnicas de relajación para inducir la calma, con el objeto de que las funciones de tu organismo se normalicen. Y cambia tu actitud sobre el ejercicio.