La dieta que protege cerebro y corazón tras los 60 años
La investigación de 15 años concluye que seguir patrones alimentarios saludables, como la dieta MIND y la AHEI, puede frenar significativamente el desarrollo de enfermedades crónicas

Con la edad, el cuerpo se vuelve más vulnerable a las enfermedades crónicas. Sin embargo, un nuevo estudio del Instituto Karolinska de Suecia, publicado en Nature Aging, ofrece una noticia alentadora: la dieta es una herramienta poderosa para proteger nuestra salud. La investigación de 15 años concluye que seguir patrones alimentarios saludables, como la dieta MIND y la AHEI, puede frenar significativamente el desarrollo de enfermedades crónicas, especialmente las que afectan el cerebro y el corazón.
Las 3 dietas clave para una salud óptima
El estudio se centró en evaluar cuatro patrones dietéticos, de los cuales tres demostraron ser especialmente beneficiosos para los adultos mayores:
- Dieta MIND: Combina la dieta Mediterránea y la DASH. Su principal objetivo es proteger la salud cerebral y reducir el riesgo de demencia. Se enfoca en alimentos de origen vegetal, granos integrales y un consumo limitado de grasas saturadas y productos animales.
- Índice de Alimentación Saludable Alternativa (AHEI): Diseñado para reducir el riesgo general de enfermedades crónicas, con especial énfasis en la salud cardiovascular. Prioriza el consumo de verduras, frutas, cereales integrales, y proteínas saludables.
- Dieta Mediterránea Alternativa (AMED): Una adaptación de la clásica dieta mediterránea, orientada a disminuir el riesgo de enfermedades neurológicas y crónicas.
En contraste, el Índice Inflamatorio Dietético Empírico (EDII) se asoció con un desarrollo más rápido de enfermedades, debido a su alto contenido de carnes procesadas, cereales refinados y bebidas azucaradas.
La inflamación, el factor clave
Los investigadores sugieren que el secreto detrás de estos efectos reside en la inflamación. Los patrones alimentarios saludables como la dieta MIND y la AHEI están directamente vinculados a niveles más bajos de marcadores inflamatorios en la sangre. La inflamación crónica, a su vez, está asociada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Por tanto, una dieta antiinflamatoria es crucial para frenar el proceso de acumulación de enfermedades.
Los resultados del estudio son contundentes: las personas que se adhirieron a las mejores dietas para cerebro y corazón acumularon aproximadamente dos enfermedades crónicas menos a lo largo de 15 años que aquellos con una alimentación menos saludable.
Pautas prácticas para una alimentación que protege
Si deseas adoptar estos hábitos alimentarios, no necesitas ser un experto. El estudio ofrece recomendaciones claras y sencillas para empezar:
- Prioriza los vegetales: Consume verduras de hoja verde al menos seis veces por semana y otras verduras a diario.
- Incrementa los granos y legumbres: Incluye cereales integrales al menos tres veces al día y legumbres más de tres veces por semana.
- Frutos secos y bayas: Come frutos secos cinco veces por semana y bayas dos veces por semana para potenciar la salud cerebral.
- Proteínas saludables: Opta por el pescado al menos una vez a la semana y aves de corral un par de veces.
- Grasas buenas: Usa aceite de oliva como principal grasa para cocinar.
- Reduce lo dañino: Limita el consumo de carne roja a menos de cuatro veces por semana. Evita las frituras, la comida rápida, los dulces y las bebidas azucaradas.
La dieta como inversión en tu futuro
El estudio del Instituto Karolinska nos recuerda que la dieta es un factor modificable de gran poder, incluso en la edad adulta. Adoptar estas mejores dietas para cerebro y corazón antes de que las enfermedades crónicas se presenten es la mejor estrategia para ralentizar su aparición y mantener una buena calidad de vida. Tu alimentación de hoy es la inversión en tu bienestar de mañana.