Los animales son seres empáticos que, desde tiempos inmemoriales, se han convertido en nuestros compañeros. Gradualmente, se volvieron parte esencial de la vida humana, y cuidar de nuestro bienestar mutuo ha sido un paso natural en esta convivencia.
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Florence Nightingale, quien ayudó a profesionalizar la enfermería y mejorar las condiciones hospitalarias, defendía el uso de animales con sus pacientes. En su libro Notas de enfermería (1859), escribió:
“Un pequeño animal a menudo es un excelente compañero para los enfermos, especialmente en casos crónicos prolongados. Un pájaro en una jaula puede ser el único placer de una persona confinada durante años en la misma habitación. Si puede alimentar y limpiar al animal ella misma, siempre se le debe animar a que lo haga”.
Mucho antes, en 1792, una institución mental operada por los cuáqueros en Inglaterra empezó a usar conejos y gallinas con sus residentes, según el libro Nuevas perspectivas de nuestra vida con los animales de compañía (1983). Décadas más tarde, en la Universidad Estatal de Ohio, Samuel Corson y Elizabeth O’Leary Corson realizaron los primeros estudios sobre el papel de la interacción con animales en la salud humana.
Actualmente, las terapias asistidas por animales están ampliamente difundidas. Según TheSprucePets.com, estos son los principales animales involucrados en este tipo de terapias:
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No necesitas una terapia formal para disfrutar de los beneficios de convivir con un animalito. Si compartes tu hogar con uno, aquí tienes algunas de las ventajas:
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