Nadie quiere enfermarse, pero muchas veces nuestras propias costumbres pueden jugar en contra de nuestra salud. A continuación, te compartimos una lista de malos hábitos comunes que podrían estar debilitando tu sistema inmunológico y aumentando tu riesgo de contagiarte de virus como el resfriado. La buena noticia es que todos tienen solución.
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Conoces la importancia del lavado de manos para evitar los gérmenes, pero quizá no te des cuenta de que probablemente te las lavas mal, y no con la frecuencia suficiente.
“Lavarse las manos con jabón suave y agua templada durante 20 segundos o más es la técnica correcta”, dice el Dr. Matthew Mathias, médico familiar. “Repetir dos veces en tu cabeza la canción ‘Feliz cumpleaños’ mientras te lavas las manos puede ayudarte a medir bien el tiempo”.
Ver series hasta la madrugada te deja exhausto y disminuye tus defensas.
“La falta de sueño tiene un efecto adverso en el sistema inmunitario, disminuyendo el número de glóbulos blancos y anticuerpos que combaten las infecciones”, explica el Dr. Richard Shane, experto en sueño.
No solo te pierdes el ejercicio, también te expones a gérmenes en los botones.
“El ejercicio moderado estimula la circulación y combate enfermedades”, señala la nutrióloga Erin Palinski-Wade. La actividad física mejora la circulación de los glóbulos blancos y ayuda a limpiar los pulmones de bacterias.
Más gente = más gérmenes.
“El ritmo frenético lleva a muchos a ir de compras aunque estén enfermos”, advierte el Dr. Mathias. Es mejor evitar aglomeraciones cuando puedes.
No todos los productos sirven contra los virus.
“El mejor es el que contiene al menos 60 % de alcohol”, aconseja el Dr. Partha Nandi. Los jabones antibacterianos no son eficaces contra virus y pueden afectar la flora bacteriana.
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“Evita estar a menos de metro y medio de alguien que esté resfriado durante más de cinco minutos”, dice el Dr. Mathias. Es una medida clave para prevenir contagios.
Este hábito facilita que los gérmenes entren por nariz, boca u ojos.
“Pueden permanecer bajo las uñas y literalmente te los estás comiendo”, señala el Dr. Mathias.
Aunque parezca que ayuda a dormir, el alcohol interfiere con el sueño reparador.
“El alcohol bloquea la fase de sueño profundo y hace que te despiertes antes”, dice el Dr. Shane.
El azúcar puede afectar la flora intestinal, vital para la inmunidad.
“Una dieta rica en azúcar desequilibra las bacterias sanas del intestino y debilita el sistema inmune”, advierte la Dra. Palinski-Wade.
El exceso de ejercicio también puede dañar tu sistema inmune.
“El ejercicio muy intenso aumenta las hormonas del estrés, como el cortisol, y debilita el sistema inmunológico”, explica la especialista.
Limpia antes y después de usar cualquier aparato.
“Lávate las manos antes de comer o beber, y lleva tu propia botella de agua”, aconseja Palinski-Wade.
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“El estrés crónico aumenta la susceptibilidad a enfermedades”, dice la Dra. Erika Martínez-Uribe. Afecta tanto al corazón como a las defensas respiratorias.
Curiosamente, los abrazos pueden protegerte contra el resfriado.
Un estudio de Carnegie Mellon encontró que quienes recibían más abrazos enfermaban menos al exponerse a virus.
“La deshidratación reduce la energía, el sueño y la capacidad del cuerpo para eliminar toxinas”, afirma la Dra. Palinski-Wade.
Una dieta rica en procesados, grasas y azúcares debilita tus defensas.
Opta por frutas, verduras, legumbres y grasas saludables.
Las gotitas de tos o estornudos pueden viajar más lejos de lo que crees.
“Exhala cuando pases junto a alguien que tosa o estornude”, recomienda el Dr. Nandi.
Evita tocar objetos públicos como plumas compartidas.
“Puedes llevar el virus a tu nariz, ojos o boca”, advierte el Dr. Nandi.
“El virus del resfriado se transmite fácilmente de mano en mano”, afirma el Dr. Mathias. Lo mejor: evitar el apretón de manos.
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Los probióticos fortalecen la flora intestinal y tu sistema inmune.
“Pueden ayudarte a combatir infecciones como los resfriados”, dice la Dra. Palinski-Wade.
El teclado y el escritorio pueden estar llenos de bacterias.
“Límpialos regularmente con aire comprimido y toallitas desinfectantes”, sugiere el Dr. Nandi.
Los gérmenes pueden adherirse a tu ropa.
“Cámbiate al llegar y lava las sábanas si alguien en casa está enfermo”, recomienda el Dr. Nandi.
El humo del cigarro, incluso de segunda mano, debilita tus defensas.
Contiene miles de toxinas que irritan tus vías respiratorias y facilitan infecciones.
Saltarte el desayuno puede llevar a malas decisiones alimentarias.
“Una dieta carente de nutrientes deteriora el sistema inmunitario”, señala la Dra. Palinski-Wade.
¿Te identificaste con alguno de estos hábitos? No te preocupes: pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia. Fortalece tus defensas, cuida tu cuerpo y evita enfermarte adoptando rutinas más saludables.
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