Prevención de la demencia ante todo

He aquí algunas de las terapias más recientes que se están investigando.

 ·  07/02/2024
Prevención de la demencia ante todo

Se están redoblando los esfuerzos por encontrar nuevos tratamientos para retrasar la aparición de los síntomas de demencia y reducir su gravedad. He aquí algunas de las terapias más recientes que se están investigando.

En un pasado no tan lejano, se suponía que poco se podía hacer por quienes padecían las diversas formas de deterioro mental conocidas colectivamente como demencia, pero los avances médicos están produciendo cambios significativos en las actitudes y el tratamiento. Existen varios tipos de demencia, y las personas pueden padecer más de una forma: la enfermedad de Alzheimer (EA) es la más común, seguida de la demencia vascular.

En 2014 había más de 3.4 millones de personas que sufrían de demencia en América Latina y el Caribe, cifra que se espera que incremente a medida que la población siga haciéndose mayor. Se estima que actualmente hay 4 millones de pacientes, y que el número aumentará a 9 millones en el 2040.

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Placas de ataque

En la EA, se forman placas pegajosas de proteínas amiloides en el cerebro que interfieren con la transmisión de los mensajes nerviosos. Gran parte de las investigaciones actuales sobre la demencia se centran en el uso de péptidos (moléculas de las que están hechas las proteínas) que interrumpen el proceso de formación de las placas.

En 2012, investigadores en Ohio, EE. UU., iniciaron pruebas con el fármaco anticanceroso bexaroteno, y encontraron que parece reducir los niveles de beta amiloide, una proteína clave en la producción de las placas, y aumentar la cantidad de una proteína que ayuda a eliminar el beta ami- loide del cerebro y a mantenerlo funcionando de manera normal.

Otras investigaciones están estudiando si se pueden utilizar medicamentos para estimular al sistema inmunitario a atacar y destruir las placas amiloideas. Y después de un estudio intensivo de 20 años, se desarrolló un medi- camento, el miridesap, que puede eliminar el componente amiloide P sérico (SAP, por sus siglas en inglés), una proteína que se acumula en los ovillos de neuronas que se forman a medida que avanza la EA.

Se sigue estudiando si la eliminación del SAP puede prevenir un mayor deterioro.

Té… ¿alto en proteína?

Estudios de la Universidad del Sur de Florida han demostrado que una proteína presente en el té verde puede disminuir la producción de la proteína beta amiloide que se cree que juega un papel crucial en el desarrollo de la EA.

El ingrediente activo en cuestión es un antioxidante llamado galato de epigalocatequina (EGCG, por sus siglas en inglés). Pero la investigación también encontró que la acción del EGCG es inhibida por otros compuestos presentes en el té, por lo que el antioxidante tendrá que ser aislado. Es poco probable que el mero hecho de beber el té sea beneficioso.


Los tratamientos actuales

Dado que la EA todavía es irreversible, el tratamiento se basa en medicamentos que re- trasan la aparición de los síntomas y en una rutina diaria activa y ordenada para ayudar a los que tienen la enfermedad a mantener su calidad de vida el mayor tiempo posible.

Mejorar los mensajes

Algunas personas con EA pueden beneficiarse de los medicamentos que inhiben la acción de la colinesterasa, una enzima que descompone la acetilcolina, un mensajero neuroquímico clave que se reduce de forma considerable en estos pacientes.

El fármaco más usado de este tipo es el donepezilo, pero la galantamina es más eficaz para potenciar la acetilcolina, y se utiliza para tratar tanto la EA grave como moderada. También se prescribe rivastigmina. Los pacientes que toman inhibidores de la colinesterasa pueden experimentar mejor motivación, confianza, memoria y pensamiento, así como una reducción de la ansiedad.

Equilibrar la química cerebral

Los cerebros normales dependen del glutamato, un tipo de neurotransmisor, para activar las neuronas a fin de que puedan transmitir mensajes. Pero el exceso de glutamato no solo es tóxico, sino que está implicado en la degeneración neuronal que se presenta en la EA.

Los medicamentos clasificados como antagonistas del NMDA, incluyendo la memantina, bloquean la actividad del glutamato, lo que puede retrasar el avance de los síntomas y ayudar a calmar la agresividad. Pueden ser eficaces en personas con EA grave y en las que no pueden tomar inhibidores de la colinesterasa.

Actividades diarias variadas

Un estudio de un año de duración en Baviera comparó dos grupos de personas con diferentes grados de demencia. Ambos siguieron tomando sus medicamentos antidemencia habituales, y un grupo también participó en dos horas diarias de actividades variadas, como hacer rompecabezas, jardinería, jugar a los bolos, ejercitarse y cantar.

En este grupo, los síntomas no empeoraron; en el grupo en el que solo tomaron fármacos, los pacientes continuaron deteriorándose. El equipo concluyó que el efecto de esas actividades en la capacidad de realizar las tareas cotidianas era el doble del que se lograba solo con el fármaco.

Beneficios del ejercicio

En un estudio de la Universidad de Columbia Británica se dividió a 86 mujeres de 70 a 80 años con leves problemas de memoria en tres grupos de ejercicio: levantamiento de pesas, caminatas o ejercicios de equilibrio y tono muscular.

Cada grupo se ejercitó dos veces por semana durante 6 meses. Cuando se evaluaron la actividad cerebral y las funciones cognitivas de las participantes (memoria, atención y planificación), las del grupo de levantamiento de pesas mostraron la mayor mejora, pero todas se beneficiaron hasta cierto punto, confirmando lo vital que es que las personas con demencia se ejerciten a diario.