Actívate

Salud cardiovascular: Toma el control

Aquí encontrarás consejos para ayudarte a cambiar los malos hábitos y conquistar los factores de riesgo que están bajo tu control. Esto te abrirá las puertas de la salud cardiovascular.

Solo tú puedes hacerlo

Las enfermedades cardiacas no son inevitables. De hecho, se encuentran entre los padecimientos serios que más se pueden prevenir. La responsabilidad primaria recae en cada quien.

Los factores de riesgo de las cardiopatías son acumulativos, así que una reducción moderada de varios de estos será más eficaz que una disminución drástica de uno solo. Por tanto, hay mucho que se puede hacer para fortalecer todo el sistema circulatorio, y así evitar problemas en el futuro.

En la mayoría de los casos, te darás cuenta de que no tendrás que tomar medidas radicales; los cambios moderados en tu actividad física, alimentación y estilo de vida te ayudarán a reducir significativamente el riesgo general de desarrollar enfermedades cardiacas y, si ya te diagnosticaron una cardiopatía, te mantendrán más saludable.

Pequeños pasos

Si haces unos cuantos ajustes sencillos a tu rutina diaria, podrás incorporar suficiente actividad física que quemará grasa y fortalecerá tu corazón. Para protegerte, basta con una caminata rápida después de comer en lugar de sentarte a ver televisión. Elimina un poco de grasa saturada de tu menú y agrega ocho porciones de frutas y verduras que ayuden a bajar la presión arterial, e incrementarás esa protección. Si fumas, en este rubro es donde puedes hacer el cambio más importante de todos: reúne el suficiente valor para dejar el hábito, y así disminuirás a la mitad tu riesgo de presentar enfermedad cardiaca.


Rompe con esos malos hábitos

Sin embargo, quizás necesites un tiempo de adaptación. Los hábitos tienden a arraigarse de forma profunda, sobre todo si son adictivos físicamente, como el tabaquismo. Otros se enraizan en nuestro cerebro: todo lo que se repite una y otra vez se convierte en un comportamiento aprendido. Eso no es un problema si se trata de hábitos sanos; si no lo son, romper con ellos se vuelve un reto. ¡Pero sí se puede!

Cambia para mejorar

Si te acostumbras a caminar después de la comida en lugar de descansar frente al televisor, poco a poco te darás cuenta de que es más fácil tomar la calle que el sillón. Habitúate a comer fruta de postre, y muy pronto estarás esperando el rico sabor de una manzana al horno, un tazón de cerezas maduras o de gajos de naranja y toronja rociados con licor.

Es posible que te permitas una rebanada de pastel de chocolate de vez en cuando, o que en ocasiones sucumbas ante la tentación de tumbarte frente al televisor después de comer (y claro que deberías hacerlo). Pero entre más tiempo mantengas la nueva rutina, más fácil te será resistir las tentaciones.

Lilo Flores

Entradas recientes

Dieta alta en grasas: lo que debes saber

La promesa de perder peso puede tener un costo oculto para tu salud Las dietas…

3 días hace

Alimentos ultraprocesados vs. procesados: lo que debes saber

Empacados no siempre significa dañinos: aprende a leer las etiquetas Los estantes del supermercado están…

4 días hace

Lo que ocurre cuando reduces el consumo de alcohol

Reducir el consumo de alcohol no solo mejora tu salud, también transforma tu vida. Wesley…

5 días hace

Mindfulness para pacientes crónicos: Herramienta clave para mejorar la calidad de vida

El impacto emocional de las enfermedades crónicas Las enfermedades crónicas, como la diabetes o la…

6 días hace

Cómo cuidar el medio ambiente desde casa y mejorar tu salud

Menos químicos, más salud: aprende a hacer tus propios productos de limpieza ecológicos.

1 semana hace

La dieta harvard

Esta forma sencilla de comer puede ayudarte a vivir más y mejor A lo largo…

1 semana hace