Conoce Hogeweyk: El “pueblo falso” que redefine el cuidado de la demencia
El secreto de Hogeweyk reside en su realismo inmersivo.

En Weesp, a pocos minutos de Ámsterdam, se encuentra Hogeweyk, una comunidad que a primera vista parece un pintoresco pueblo holandés. Sin embargo, es mucho más: es un revolucionario modelo de cuidado diseñado para personas con demencia avanzada. Aquí, en lugar de pasillos de hospital, hay calles, plazas, un supermercado y un teatro. El objetivo no es solo tratar una condición, sino ofrecer una vida con propósito, normalidad y, sobre todo, dignidad.
Un entorno real como terapia
El secreto de Hogeweyk reside en su realismo inmersivo. Los residentes compran en el supermercado, van a la peluquería o disfrutan de un café, interactuando con personal que no lleva uniforme. Cajeros, camareros y jardineros son, en realidad, cuidadores y personal médico especializado.
Esta integración elimina la sensación de encierro y ansiedad típica de los centros tradicionales, fomentando la autonomía y la calma en un entorno seguro y controlado.
Comunidad y cuidado personalizado
Más que una institución, Hogeweyk es una comunidad. El modelo se centra en la persona, no en su diagnóstico:
- Hogares, no habitaciones: 152 residentes viven en 27 casas, cada una adaptada a diferentes estilos de vida y antecedentes culturales para crear un ambiente familiar y reconocible.
- Libertad y Seguridad: Los residentes pueden moverse con total libertad por el pueblo, participar en clubes sociales, asistir a eventos culturales o simplemente pasear, siempre dentro de un perímetro seguro y vigilado discretamente.
- Estimulación Constante: La rutina diaria —hacer la compra, ayudar a cocinar o cuidar el jardín— se convierte en una herramienta terapéutica que activa la memoria emocional y mejora significativamente la calidad de vida, reduciendo la necesidad de medicación en muchos casos.
Un faro de inspiración global
El éxito de Hogeweyk ha resonado en todo el mundo. Su enfoque, que prioriza el bienestar emocional y la dignidad sobre el modelo puramente clínico, ha inspirado la creación de “aldeas para la demencia” en países como Canadá, Francia, Australia y Noruega.
Este modelo holandés demuestra que es posible crear un futuro más humano y esperanzador para el cuidado de personas con Alzheimer y otras formas de demencia, transformando la manera en que la sociedad percibe y trata la vejez.