Dieta alta en grasas: Riesgos para la salud y el dolor

. Es esencial considerar un enfoque equilibrado hacia la alimentación que priorice la salud a largo plazo sobre resultados inmediatos.

 ·  14/07/2025
Dieta alta en grasas: Riesgos para la salud y el dolor

La moda de seguir una dieta alta en grasas para perder peso ha ganado popularidad en los últimos años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tipo de alimentación puede aumentar el dolor y la inflamación en el cuerpo. Si estás considerando seguir una dieta de este tipo, es crucial que tengas cuidado y estés informado sobre los posibles efectos negativos.

El Peligro de las dietas de moda

Un estudio reciente ha revelado que las dietas altas en grasas pueden causar problemas en áreas del cuerpo donde nunca antes habías experimentado dolor. Muchas personas se sienten atraídas por estas dietas porque prometen pautas claras y resultados rápidos en la pérdida de peso. Sin embargo, algunos médicos advierten que estos planes pueden provocar otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares.

La realidad de la pérdida de peso rápida

Aunque una táctica popular de adelgazamiento puede ofrecer una pérdida de peso rápida, esto no significa que sea saludable. De hecho, si tu objetivo es sentirte mejor en general, un estudio del otoño de 2022 ha demostrado que seguir una dieta de moda puede aumentar el dolor que sientes en el día a día.

Cómo afecta una dieta rica en grasas la respuesta del organismo al dolor

Un estudio publicado en Scientific Reports encontró una relación significativa entre las dietas ricas en grasas, como la popular dieta cetogénica (o “keto”), y un aumento del dolor y la inflamación en el organismo. Aunque investigaciones anteriores ya habían demostrado que estas dietas pueden aumentar la sensibilidad al dolor, este estudio reveló cómo seguir una dieta alta en grasas puede sensibilizar la respuesta al dolor en partes del cuerpo que normalmente no experimentan dolor.

Resultados del estudio

Los investigadores llevaron a cabo un experimento con ratones durante ocho semanas. Un grupo siguió una dieta estándar, mientras que el otro consumió una dieta rica en grasas. Los ratones que siguieron la dieta alta en grasas no desarrollaron obesidad ni hiperglucemia, pero mostraron una mayor alodinia mecánica, es decir, una respuesta de dolor a estímulos que normalmente serían indoloros, como un ligero roce. Esto sugiere que cualquier persona que consuma una dieta rica en grasas podría experimentar un aumento en su sensibilidad al dolor.


El Dr. Michael Burton, coautor del estudio, comentó: “Quedó claro, sorprendentemente, que no necesitas una patología subyacente ni obesidad. Solo necesitabas la dieta”. Este hallazgo es significativo, ya que apunta a que la dieta en sí misma puede ser un factor determinante en la experiencia del dolor crónico.

Inflamación y grasa saturada

Aunque la investigación sobre la relación entre dieta, inflamación y dolor crónico está en sus primeras fases, hay evidencia que sugiere que la inflamación podría ser un factor clave en la respuesta del cuerpo al dolor tras consumir una dieta alta en grasas. La nutricionista Mackenzie Burgess señala que una dieta rica en grasas puede contribuir a la inflamación intestinal y a la acumulación de grasa en otros tejidos, lo que puede promover la inflamación sistémica en el cuerpo.

Consejos para una alimentación saludable

Las autoridades de salud recomiendan que no más del 10% de las calorías diarias provengan de grasas saturadas. En su lugar, es mejor centrarse en las grasas insaturadas, que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos.

Es fundamental mantener un equilibrio de macronutrientes en la dieta. Se sugiere que entre el 20% y el 35% de las calorías provengan de grasas, mientras que el resto debe incluir proteínas (entre el 10% y el 35%) y carbohidratos (entre el 45% y el 65%).

Conclusión

La dieta alta en grasas puede parecer una solución atractiva para la pérdida de peso, pero los riesgos asociados son significativos. Aumentar la inflamación y la sensibilidad al dolor son solo algunos de los efectos adversos que pueden surgir. Es esencial considerar un enfoque equilibrado hacia la alimentación que priorice la salud a largo plazo sobre resultados inmediatos.